FLAN DE MARU…
Coletazos de verano dónde algunos exprimen ya sus últimos días de vacaciones y otros esperan ansiosos la llegada del fin de semana.
Agosto se está acabando, y a pesar de ser bienvenida la lluvia, tras los cristales el día se dibuja nublado. Alguno estará pensando incluso en ir cambiando el armario y guardar la ropa veraniega o por lo menos ya empezar a combinar con algo más de abrigo. Yo me resisto todavía, pero estos días de climatología cambiante, nos mantienen con dudas siempre hasta el último momento a la hora de hacer planes.
Sea con frio, lluvia o calor, llegó de nuevo el momento de buscar entretenimiento para el fin de semana, y aunque todavía apetece hacer cosas al aire libre, por si el día se tuerce, os propongo cocinar algo muy facilito.
Os aseguro que hasta el menos “cocinillas” puede hacerlo y os auguro un éxito seguro.
A pesar de ser un plato sencillísimo y antes de ir a la receta, os comento algunas curiosidades sobre la historia del FLAN.
Este postre surgió en la época de los romanos, que al criar ya pollos en sus casas, experimentaron creando recetas con huevos.
Originalmente no era un dulce, era un plato que se comía en cuaresma hirviendo huevos y leche y espolvoreando con pimienta.
Con el tiempo se le quitó la pimienta y se comenzó a añadir miel y a decorar con caramelo.
Aunque su nombre original ( para mi, bastante difícil de pronunciar) era TIROPATINAM , su nombre actual proviene de la palabra francesa FLAN (que a su vez proviene de…Flado, palabra altoalemana que significa torta u objeto plano).
A lo largo del tiempo ha tenido diferente versiones, por ejemplo, en Reino Unido se hace una especie de corteza con los ingredientes básicos y se rellena con frutas y nueces o la versión Napolitana, en la que se le añade crema de queso y leche condensada. Pero hoy os voy a presentar la receta de EL FLAN DE MARU.
Es la básica y más sencilla de todas, a mí me ha costado cogerle el punto de cocción. Y en ello, está la diferencia entre un flan cremoso al estiro Maru, y un flan normalillo, a mi estilo. Por eso, la reina flanera de la casa sigue siendo ella (Maru). Pero como os decía, animaros porque de cualquier forma os va a quedar un flan para chuparse los dedos.
INGREDIENTES: Para ½ litro de leche, 6 huevos y diez cucharadas de azúcar.
Dos o tres cucharadas más para el caramelo.
Primero caramelizamos el molde que vamos a utilizar para hacer el flan.
Importante batir los huevos y el azúcar hasta que estén cremosos antes de añadirle la leche. Quedará la textura del flan mucho mas suave y fina. Luego se le va añadiendo la leche poco a poco y se va mezclando con la crema de huevo y azúcar. Una vez bien mezclado todo se echa en el molde caramelizado, y si la flanera no tiene tapa, lo tapamos con un poco de albal. Se cuece al baño maría. Si tenéis olla rápida, una vez que la válvula empiece a echar vapor, contad 5 minutos, y ya está. Sacadlo, no lo dejéis en la olla porque seguirá cociendo con el calor residual y en vez de cremoso, estará más tieso y probablemente con “ojos”, esos agujeritos que a veces tiene el flan.
Y si no tenéis olla rápida, o la típica express, os toca cocerlo al baño maría de la forma tradicional. El tiempo es similar. Una vez que empiece a hervir el agua, con unos 10 minutos tapado suele ser suficiente. Pero de todas formas echadle una ojeada.
El flan en caliente, suele engañar un poco, porque a veces parece que está poco cuajado y luego al enfriar está perfectamente.
Se desmolda en frio, y se puede servir solo o acompañado de nata, chocolate , bizcochos, galletas….a gusto de los más golosos.
Para los celiacos es un postre de lo más socorrido y para los intolerantes a la lactosa, lo único que tienen que hacer es usar la leche apropiada. En la familia de EL ALMENDRO DE MARÍA, no suele faltar nunca en ninguna celebración.
Ánimo que ya estamos en el ecuador de la semana, enseguida llega el viernes, pero mientras tanto os deseamos un FELIZ DÍA.