Mi pueblo y esos olores que siempre traen recuerdos.
Recordé que hace tiempo había querido trasmitíros el agobio de un viernes cualquiera de verano, después de trabajar, hacer maletas y salir corriendo para el pueblo.
Fue un 25 de Agosto de 2017. Aunque lo encontrareis en el blog con el título de: Por fin viernes… (aquí os lo recuerdo)
«Si no fuera por lo que me espera al final del día, no querría levantarme.
Hoy todo son prisas.
Haz la bolsa, que no se me olvide nada, llévate los encargos…
Me pregunto porqué quiero este estrés cada fin de semana.
Y ya al volante de mi coche, a medida que me alejo de mi casa, mis pensamientos se relajan.
Y al acercarme a mi destino, huele a campo, a flores, a huerta… a PAZ.
Y empiezo a ver caras conocidas.
Todos los que ahora me saludan con arrugas en su frente, me vieron crecer, y me siento especial,
porque aquí tengo nombre, y soy hija de Marujina y nieta de Pepe.
Y me vuelvo pequeña otra vez, y me dejo mimar.
Y al girar la calle y entornar mi pueblo, me saluda «EL ALMENDRO DE MARIA», mi primer hogar,
dónde lloré, reí, jugué, soñé y viví.
Entonces mi cara dibuja una sonrisa, y de nuevo sé porqué quiero volver…»
Nunca pensé que echaría de menos tanto esos momentos.
Hace unos días leía en algún sitio esta pregunta:
¿ Cuáles son los olores que más te gustan cuando vuelves al pueblo?
Y me di cuenta de todos los olores de mi infancia casi habían desaparecido y sin embargo al pensar en ello, ahí estaban
El olor de hervir la leche recién ordeñada que traía Laurentina.
Las alpacas de hierba en el pajar del abuelo.
El olor a Zotal en las cuadras recien desinfectadas.
Ese olor que se escapaba del horno cuando se hacía empanada de «chichos y acelgas» .
La crema que usaba la abuela Manuela en la cara ( siempre Bella Aurora), el olor a Heno de Pravia en las manos limpias
y aquella polvera con talco perfumado de La Maja con pompón rosa.
El adobo inconfundible de los chorizos caseros.
Olor a vino y madera en la bodega.
La cocina de carbón y aquella crema plateada con que se limpiaba todavía en caliente, _» Hay que echarle el furnes «_ decían.
Y ya no sé ni si existe.
Ese olor inexplicable de la ropa secada al aire en la cuerda del patio y el jabón hecho en casa que quitaba cualquier mancha.
Yo lo tengo claro y ahora te pregunto , ¿ Cuáles son los olores que más te gustan cuando vuelves al pueblo?